Tecnología: ¿Computación mediante nanotubos de carbono?

A medida que nos aproximamos a los límites de la miniaturización de la electrónica convencional, se están persiguiendo con tenacidad creciente alternativas a los transistores basados en el silicio, los elementos de construcción de múltiples dispositivos electrónicos de los cuales dependemos.

 

La computación mediante nanotubos de carbono es una fascinante posibilidad que se puede abrir a raíz de una investigación reciente.

 

Ciertos materiales compuestos, elaborados a base de nanotubos de carbono de pared única, son muy prometedores para muchas cosas, incluyendo su uso como material en una forma muy poco convencional de computación.

 

Inspirados por la forma en la que han evolucionado los organismos vivos en la naturaleza para llevar a cabo tareas complejas con notable facilidad, un grupo de investigadores de la Universidad de Durham en el Reino Unido y la de São Paulo en Brasil está explorando métodos “evolutivos” similares para crear dispositivos de procesamiento de información.

 

El equipo de Mark K. Massey, profesor en la Universidad de Durham, ha explorado el uso de tales materiales compuestos elaborados con nanotubos de carbono de pared única, para hacer posible una forma exótica de computación. En vez de crear circuitos a partir de conjuntos de componentes separados (transistores en la electrónica digital), el nuevo concepto de computación se basa en tomar un material aleatoriamente desordenado y después “adiestrarlo” para producir el resultado deseado.

Aunque se halla en su etapa inicial, el concepto ya ha mostrado que, usando un método similar al de la evolución natural, los materiales pueden ser adiestrados para imitar a los circuitos electrónicos, sin necesidad de diseñar la estructura material en una forma concreta.

 

El material con el que ha estado experimentando el equipo de Massey es una mezcla de nanotubos de carbono y polímero, que crea una estructura eléctrica compleja. Cuando se aplican voltajes (o estímulos siguiendo el símil biológico) en los puntos del material, cambian sus propiedades eléctricas. Cuando se aplican las señales correctas al material, este puede ser adiestrado o experimentar una “evolución” para desempeñar una función útil.

 

Si bien el grupo no espera ver que su método compita con los ordenadores de silicio de alta velocidad, podría acabar siendo una tecnología complementaria. Con una mayor investigación, podría llevar a nuevas técnicas para fabricar dispositivos electrónicos. El método podría encontrar en el futuro aplicaciones en campos como por ejemplo el de los aparatos de baja potencia y bajo coste.