Medio Ambiente: Estudian plaga de langosta centroamericana en México
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) (México), por medio del Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento e Información Fitosanitaria (LaNGIF) y la Universidad de Texas A&M (TAMU, por sus siglas en inglés) firmaron un segundo convenio de colaboración para investigar a la plaga de langosta centroamericana que afecta diversas zonas de México.
En 2011 inició el convenio con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Universidad de Texas. Sin embargo, en días recientes se aprobó el proyecto “La caracterización de estructuras genéticas y biotopos de brotes de langosta centroamericana usando RAMAN y Geo tecnologías”. Por parte de la entidad estadounidense participará el doctor Hojun Song, del Departamento de Entomología de la TAMU y la investigación mexicana estará a cargo del LaNGIF de la UASLP.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Guadalupe Galindo Mendoza, coordinadora técnica del LaNGIF de la UASLP, explica los alcances que tendrá este proyecto, así como el papel de la alianza académica entre dicha institución y la Universidad de Texas AM.
En México existen más de mil 300 plagas, de acuerdo con el Inventario Nacional de Plagas Reglamentadas que realizó el LaNGIF. Una de ellas es la langosta centroamericana.
La langosta es un insecto que ataca grandes zonas de cultivos en el mundo. De acuerdo con una ficha del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica Fitosanitaria (SINAVEF) de la UASLP y realizada por el doctor Carlos Contreras Servín, la langosta centroamericana Schistocerca piceifrons piceifrons es la que más daños ocasiona en el país.
La plaga de langosta centroamericana afecta a 16 sistemas producto; ataca pastizales, zonas ganaderas y agrícolas. Esta especie come pastos, caña de azúcar, maíz, cítricos, hortalizas y plátano. “La región gregaria abarca una superficie de entre 2 y 3.5 millones de hectáreas y afecta a 10 estados de la República Mexicana”, según datos proporcionados por Galindo Mendoza. La entrevistada añadió que una manga de langostas puede devorar en un día entre cinco y siete hectáreas de cultivo.
Según la doctora Galindo Mendoza, este insecto “tiene una gran adaptación a los cambios climáticos, es sensible a la temperatura y la insolación.” Agregó que la zona gregaria más fuerte está en Yucatán, pero se ha extendido a Campeche y Tabasco.
“Otra de las zonas donde aparece es la región epidemiológica de la Huasteca: abarca desde Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo y la parte norte de Veracruz”, detalló la investigadora.
“Esta plaga es evidencia del impacto ambiental y del cambio climático; reacciona ante más acumulación de CO2 y gases invernadero, así como las áreas ganaderas que emiten metano”, agregó Galindo Mendoza.
En 2015 se espera un fenómeno del Niño débil a moderado, en palabras de la doctora Galindo, lo que dará un clima propicio para el desarrollo de esta plaga. Aseguró además que el próximo año se podría dar una alerta muy fuerte de igual manera para Centroamérica, el norte de Colombia y la parte norte de África, “puede ser algo muy grave porque puede tardar hasta dos años en combatirse.”
Durante la entrevista, la doctora Galindo refirió que, de acuerdo con la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), “la plaga de langosta se compara con otros desastres naturales como huracanes o tornados”.
La línea de investigación que desarrollará el equipo mexicano de San Luis Potosí será con base en geo tecnologías y espectroscopía RAMAN. A partir del monitoreo con imágenes de satélite con sistemas de información geográfica y drones detectarán en qué momento la langosta se adapta a las condiciones de cambios fuertes.
Mediante un Sistema de Alerta Temprana (SAT) los investigadores recolectan y procesan “información sobre amenazas previsibles con el objetivo de alertar a las instituciones públicas y a la población afectada ante un fenómeno natural que pueda causar un desastre.”
De acuerdo con información proporcionada por la investigadora de la UASLP, el objetivo fundamental de este trabajo en conjunto es “mejorar la respuesta ante la emergencia para minimizar daños e impactos económicos, políticos y sociales, para reducir la vulnerabilidad de la economía rural del mercado agrícola.”
Otra de las líneas que seguirá la investigación por parte de la Universidad de Texas A&M es el estudio genético de la langosta. “El doctor Hojun Song será el encargado del estudio genético de la langosta y de determinar cómo la volución de la langosta se ha adaptado y consume la agricultura”, detalló la doctora.
De acuerdo con el boletín de prensa emitido por la institución universitaria, “este es un proyecto interdisciplinario que promoverá la investigación binacional y la excelencia educativa que se traducirá en oportunidades únicas para los estudiantes e investigadores.” La investigadora, asimismo, refirió que la verdadera importancia del proyecto es “evidenciar cuántos productores en potencia pierden su patrimonio.” (Fuente: Ameyalli Villafán/Agencia Informativa Conacyt)