Tecnología: La Fecundación In Vitro cumple 40 años

A finales de este año se cumplirán 40 años de la primera Fecundación In Vitro (FIV), realizada con éxito por los doctores británicos Robert Edwards y Patrick Steptoe. Nueve meses después, el 25 de julio de 1978, nacería Louise Brown, el primer “niño probeta” del mundo, que cumplirá 40 años el año que viene.

En su momento, el proceso de la FIV que llevó a la concepción de Brown, utilizado luego por mujeres de todo el mundo, fue motivo de una gran polémica. El método generó un amplio debate en los círculos médicos y religiosos y muchos se opusieron activamente a este tipo de intervención del hombre en los “procesos naturales”. Para hacer la idea de FIV más aceptable para la totalidad de la población, Tesarik desarrolló, en 1983, una técnica que permitía recuperar los ovocitos de la mujer, mezclarlos con espermatozoides del marido e introducirlos inmediatamente de nuevo en la mujer, permitiendo que la fecundación se produjera, posteriormente, en su “sitio natural” (Tesarik et al., “Oocyte recovery, in vitro insemination, and transfer into the oviduct after its microsurgical repair at a single laparotomy”. Fertility and Sterility 1983,39:472-775). Esta técnica se utilizó posteriormente bajo la abreviación GIFT (Gamete Intrafallopian Transfer) como alternativa a la FIV convencional.

En todo caso, la FIV “fue un paso de gigante –explica Tesarik- que nos ha permitido dar muchos otros, más importantes, porque en los últimos 40 años la reproducción asistida ha vivido avances revolucionarios”.

Al inicio las técnicas de FIV convencional y de GIFT se utilizaban exclusivamente en casos en los que la causa de infertilidad era de origen femenino, relacionada con una obstrucción de los oviductos (conductos que conectan los ovarios y el útero). Sin embargo, en los años siguientes las indicaciones de estas técnicas se extendían  progresivamente a otras causas de infertilidad femenina y masculina. Y es precisamente en el campo de infertilidad masculina donde se realizó un paso decisivo que marcaba la dirección de futuras innovaciones – la ICSI.

ICSI (del nombre inglés “Intra Cytoplasmic Sperm Injection”) permite realizar la FIV en casos de anomalías severas de espermatozoides, donde la FIV convencional y el GIFT fracasan inevitablemente. El primer niño concebido gracias a ICSI nació en Bélgica en 1992. Jan Tesarik logró el primer nacimiento en Francia, en el Hospital Americano de Paris. La tecnología de micromanipulación de espermatozoides, ovocitos y embriones, desarrollada en el contexto de la aplicación de ICSI, servía posteriormente de base para la evolución de nuevas técnicas para el tratamiento de diferentes causas de infertilidad humana. Esta es la lista de logros los más importantes.

ROSI (del nombre inglés “Round Spermatid Injection”) permite realizar la FIV incluso para hombres sin espermatozoides, utilizando sus células precursoras inmaduras (espermátides). El primer niño del mundo concebido gracias a esta técnica, desarrollada por Jan Tesarik, nació en 1995. En 1998 la misma técnica fue utilizada con éxito por Tesarik para obtener los primeros nacimientos del mundo en casos de hombres con un bloqueo aún más precoz de formación de espermatozoides (espermatocitos primarios).

El primer paso se hizo en 2001, cuando un equipo de investigadores liderado por Jan Tesarik logró, en Brasil, los primeros embriones humanos obtenidos por FIV de ovocitos “artificiales”, reconstruidos con células somáticas de una paciente sin ovocitos. La misma técnica se está probando para formar espermatozoides “artificiales” para hombres que no tienen ni espermatozoides ni sus células precursoras inmaduras. Hoy día estas técnicas no pueden aún ser utilizada clínicamente por falta de garantías de seguridad en cuanto a la normalidad de futuros bebés. Trabajos de investigación en este campo se están realizando simultáneamente en varios países. La técnica de reproducción asistida llamada incorrectamente de “tres padres genéticos” (en realidad se trata de 1 padre y 2 madres genéticas), que ha recibido mucha atención en medios de comunicación el año pasado (e.g. El País 6 OCT 2016) está también derivada de aquella desarrollada por Tesarik en Brasil.

Este método, que permite la exploración de los 46 cromosomas humanos con el fin de detectar posibles deleciones y duplicaciones, ha sido aplicado a embriones humanos por varias clínicas del mundo en los últimos años. Un estudio internacional, con la participación de Jan Tesarik y Clínica MARGen, ha demostrado, en 2014, que la probabilidad de conseguir embarazo evolutivo con embriones seleccionados por hibridación genómica comparativa puede alcanzar 68% en pacientes con 3 o más previos fracasos con embriones no seleccionados. Y todo esto con un sólo embrión transferido a la vez (BioMed Research International 2014).

Sin esperar la disponibilidad de las técnicas para formar espermatozoides y ovocitos artificiales, hoy día podemos hacer en reproducción asistida cosas inimaginables hace 40 años. Así, la calidad y cantidad de ovocitos obtenidos de una mujer con problemas de ovarios pueden ser mejoradas significativamente utilizando una serie de medidas terapéuticas personalizadas estrictamente a la medida de cada paciente concreta. La clínica MARGen va a publicar próximamente, en una revista estadounidense, los resultados obtenidos con pacientes tratadas después de ser rechazadas por varias otras clínicas por ser “casos desesperados”. Sin hablar de la donación de ovocitos, extremamente eficaz, con la cual se puede alcanzar la probabilidad de embarazo del 80% en mujeres que no superarían los 10% con sus ovocitos propios. En el campo de infertilidad masculina, nuevas técnicas de medicación y de laboratorio, perfeccionadas en los últimos 10 años, aumentan la probabilidad de éxito de reproducción asistida para hombres con graves problemas de desarrollo de espermatozoides y con daños del material genético de espermatozoides.

Los últimos avances en diferentes campos científicos están abriendo vías a nuevas aplicaciones en reproducción asistida. “Los que tienen un sentido para percibir vibraciones de lo nuevo en gestación pueden predecir que los años a venir serán lo mismo fructíferos y revolucionarios, en lo que afecta a la reproducción asistida, como los años 90 del siglo pasado con la irrupción de técnicas de micromanipulación celular” comenta Jan Tesarik. Y creo que el contenido de estas innovaciones se podrá resumir con la bonita expresión inglesa: “patient-friendly” (amigable con el paciente).

Una de estas ideas innovadoras consiste en la sustitución de técnicas diagnósticas invasivas con técnicas no invasivas, mediante la recreación virtual de órganos de los pacientes, utilizando grabaciones multifocales y análisis computerizada de imágenes. En esta línea los investigadores de la Clínica MARGen, en colaboración con la Universidad de Granada, han desarrollado, y publicado en el inicio de este año, técnicas de examen de la cavidad uterina y de detección de embarazo ectópico en realidad virtual, creada a partir de imágenes ecográficas tomadas desde fuera. “Estoy seguro que en el futuro podremos recrear el cuerpo entero de una persona, con todas sus eventuales enfermedades y anomalías, en realidad virtual a fin de realizar allí exámenes que serían desagradables o arriesgados en caso de hacerlos en el cuerpo del propio paciente” matiza Tesarik.

Otro campo, actualmente en plena expansión, es el análisis de expresión génica en la sangre periférica. Hoy día se utilizan varios transcriptomas de sangre periférica como marcadores genéticos de patologías localizadas en diferentes órganos del cuerpo humano. “Igual que realidad “morfológica” virtual, podemos hablar de una realidad “molecular” virtual, en la cual se pueden descifrar señales de anomalías y enfermedades particulares. En este sentido se trata de dos realidades virtuales complementarias para analizar el funcionamiento del cuerpo humano y sus partes”, concluye Tesarik, que ha involucrado a la Clínica MARGen en diferentes proyectos de investigación y desarrollo en ambos campos de la ciencia del futuro. (Fuente: MAR&Gen)

 

Está técnica, conocida como FIV clásica, ha permitido el nacimiento de millones de niños en todo el mundo. “Sin embargo, es ineficaz en más que la mitad de los casos de infertilidad que se tratan actualmente” según Jan Tesarik, director de la Clínica MAR&Gen de Granada, que realizó con éxito su primera FIV en 1982 en Chequia, dos años antes que en España.

 

En la últimas cuatro décadas las técnicas de reproducción asistida han experimentado una evolución exponencial similar a otros campos de la ciencia “y hoy tratamos con éxito casos que antes eran imposibles”, indica Tesarik.

 

El director de MAR&Gen recuerda que FIV fue una especie de competición “donde los competidores no nos conocíamos. Existían diferentes grupos de trabajo independientes en distintos países que perseguíamos un objetivo similar: resolver el problema de fertilidad de muchas parejas y permitirlas cumplir el deseo de ser padres”.

 

En esta “carrera” llegó primero, en 1978, el equipo británico, liderado por Robert Edwards- Premio Nobel de Medicina en 2010-  y Patrick Steptoe. También en el mismo año se conseguiría en la India. En 1980 en Australia, un años después en EEUU. En 1982 en Chequia, de la mano del doctor Tesarik, en Francia, Alemania, Italia y Austria. En 1983 en Bélgica y en 1984 en España.