Ciencia: Reconstruyen el cráneo de Concavenator
El estudio mediante técnicas de reconstrucción virtual 3D del cráneo de Concavenator corcovatus, alias “Pepito”, el famoso dinosaurio jorobado de Cuenca, ha aportado nuevos conocimientos sobre los carcarodontosáuridos, el linaje de los grandes dinosaurios carnívoros del Cretácico. Los resultados los publican en la revista Cretaceous Research científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) (España).
Las características más conocidas de Concavenator son la presencia de una estructura similar a una joroba en la espalda, y unas protuberancias en el brazo que indican la presencia de plumas ancestrales. “Pepito”, como se conoce entre allegados a este dinosaurio carnívoro de 6 metros, está representado por un esqueleto prácticamente completo y articulado; un fósil singular que incluso preserva las escamas del pie y la cola.
Un trabajo reciente, publicado en Cretaceous Research, presenta un completo estudio sobre su cráneo. Según este, el esqueleto de la cabeza está prácticamente completo, solo faltan algunos fragmentos del hocico y de la parte posterior; daños producidos principalmente por la intervención de maquinaria forestal y la formación natural de diaclasas (grietas) en las calizas del yacimiento Las Hoyas, donde fue descubierto el ejemplar.
A pesar de estar prácticamente completo, el estudio del cráneo tiene una gran dificultad por la compresión producida por los sedimentos. “Podríamos decir que está preservado casi en 2 dimensiones”, aseguran los autores.
Los autores del trabajo, científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), han logrado solventar los problemas de preservación con novedosas y actuales técnicas de reconstrucción informática en 3 dimensiones.
Estas técnicas permiten reconstruir las partes que se han perdido y eliminar la deformación producida por la compresión. En el caso del cráneo de Concavenator, los autores utilizaron una técnica conocida como fotogrametría, que permite la obtención de modelos 3D del fósil.
Sobre estos modelos se puede discriminar el hueso fósil (es decir, eliminar virtualmente los restos de roca que lo contiene); se puede recuperar el volumen perdido durante la fosilización, y se pueden recrear las partes que faltan o que no están completas.
Este modelado se realiza comparando la anatomía de Concavenator con otros dinosaurios cercanamente emparentados. “Así obtuvimos el cráneo digitalizado en 3D de Concavenator, que permite su manipulación, e incluso puede llegar a imprimirse, lo que constituye una gran ventaja de investigación y museística”, destacan los científicos.
La tecnología 3D –en combinación con el estudio clásico de anatomía comparada de restos fósiles de otros dinosaurios emparentados– permitió realizar un análisis osteológico completo, del que se han obtenido resultados relevantes para conocer la historia evolutiva de los carcarodontosáuridos.
Los carcarodontosáuridos son un grupo de grandes terópodos que habitaron durante el Cretácico en gran parte de las regiones del mundo. Su papel ecológico puede compararse al de los famosos tiranosáuridos; ambos superpredadores.
“Este nuevo estudio del cráneo de Concavenator aporta información relevante en nuestro conocimiento de la estructura craneal de los grandes dinosaurios carnívoros. En el linaje de los carcarodontosáuridos, el caso de Concavenator demuestra que estos depredadores desarrollaron un cráneo especializado en el consumo de presas, desde hace al menos 125 millones de años”, concluyen los autores. (Fuente: UAM)
Tomado de NCYT