Ciencia: Humidificación y desecación en charcas, ¿clave oculta para el origen de la vida?
Cualquiera que haya observado un charco de agua secándose al sol ha contemplado un entorno que podría haber impulsado el tipo de reacciones químicas que los científicos creen fueron esenciales para la formación de la vida en la Tierra primitiva. Esta es la conclusión que puede extraerse de los resultados de una investigación reciente.
El equipo de Jay Forsythe y Nicholas Hud, del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) en la ciudad de Atlanta, Estados Unidos, ha demostrado que se pueden formar unas moléculas importantes para la vida contemporánea, conocidas como polipéptidos, simplemente mezclando hidroxiácidos y aminoácidos (de los que se cree que existieron juntos en la Tierra temprana), y sometiéndolos después a ciclos de humidificación y desecación.
Este proceso sencillo, que pudo acaecer en el pasado remoto dentro de una charca secándose al sol y volviéndose después a formar como tal con la siguiente lluvia, funciona porque los enlaces químicos creados por un compuesto facilitan que se formen con el otro.
Los resultados de la investigación apoyan la teoría de que la vida pudo comenzar en tierra temporalmente reseca, quizás incluso en el desierto, donde los ciclos de enfriamiento nocturno y formación de rocío son seguidos por el calentamiento diurno y la evaporación. Se necesitan apenas 20 de estos ciclos día-noche, húmedo-seco, para formar una mezcla compleja de polipéptidos en el laboratorio.