Tecnología: Salto impresionante en la longevidad de las pilas eléctricas
Una investigación ha abierto las puertas a una nueva clase de pilas eléctricas recargables con una vida útil asombrosamente larga, al poderse recargar cientos de miles de veces.
Para un teléfono móvil, un ordenador portátil, un automóvil eléctrico, y muchos otros aparatos, recargar las baterías es una operación que se realiza con mucha frecuencia. Cada vez que se completa un ciclo de carga y descarga, se acorta la vida útil de la batería, y usualmente la cantidad de ciclos que una batería puede soportar antes de que su capacidad merme demasiado como para seguir cumpliendo su función no suele llegar al millar.
Ahora, respaldados por la empresa Samsung con sede en Corea del Sur, unos investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, la Universidad de California en San Diego y la Universidad de Maryland, todas estas instituciones en Estados Unidos, han adoptado un nuevo enfoque tecnológico para revolucionar uno de los tres componentes básicos de la batería o pila eléctrica: el electrolito. Esta línea de investigación y desarrollo se basa en la idea de que un electrolito sólido, en vez de líquido como lo son los usados actualmente en las pilas recargables comunes, podría aumentar de manera espectacular la vida útil de la batería, incrementar la cantidad de energía almacenada en un espacio dado, y además mejorar la seguridad de la pila, evitando peligrosos sobrecalentamientos.
El electrolito en las baterías de ion-litio, usadas comúnmente en infinidad de aparatos, desde teléfonos móviles a coches eléctricos, acostumbra a ser un disolvente orgánico líquido cuya función es transportar partículas cargadas de uno de los dos electrodos de la batería al otro, durante la carga y la descarga. Este electrolito ha sido responsable de sobrecalentamientos que en algunos casos, aunque pocos afortunadamente, han provocado incendios. Otros equipos de investigación han intentado encontrar un sustituto sólido para el electrolito líquido, pero el equipo de Yan Wang y Gerbrand Ceder, del MIT, es el primero en mostrar que esto puede hacerse en una fórmula que satisfaga completamente las necesidades de las aplicaciones de las baterías.
Los electrolitos de estado sólido, debidamente diseñados, podrían marcar un antes y un después en la historia de la tecnología, al permitir la creación de lo más parecido a la batería perfecta, con importantes mejoras en vida útil, seguridad y coste.