Salud: abecé del virus que suma 13.531 casos en Colombia

En mayo del 2015, cuando las autoridades sanitarias del país lanzaron la primera alerta advirtiendo que era inevitable el ingreso del virus del Zika desde el Caribe –siguiendo la misma ruta del chikunguña–, el mensaje sobre sus potenciales efectos era relativamente tranquilizador.

Se sabía, con base en sus antecedentes, que podía generar complicaciones neurológicas en algunos casos, pero que en general solo causaba síntomas manejables y autolimitados, que no dejaban secuelas. El mismo concepto se mantuvo a mediados de octubre, cuando se conoció oficialmente que en Turbaco y Cartagena aparecieron los primeros casos. (Lea: 'Bloqueo del zika va de la mano de eliminar los criaderos')

 

Así las cosas, el país terminó el año con unas recomendaciones de prevención genéricas orientadas, básicamente, a cuidarse de la picadura del mosquito que transmite el virus, el 'Aedes aegypti', y a estar atentos a los síntomas.

La primera semana de enero de 2016, sin embargo, el panorama cambió de manera radical cuando la Organización Panamericana de la Salud emitió una comunicación en la que relacionaba la infección con este virus durante las primeras semanas del embarazo con alto riesgo de microcefalia en fetos (disminución del crecimiento del cráneo).

Y tenía razones para decirlo: días antes el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), de Atlanta (Estados Unidos), confirmó la presencia del virus en tejidos cerebrales de bebés nacidos muertos en Brasil y en muestras de placenta de madres que habían tenido hijos microcefálicos. (Además: El otro efecto perverso que trae el virus del Zika)

En ese momento, Lyle Petersen, director de la división de enfermedades transmitidas por vectores del CDC, le dijo a la BBC que a partir de tales resultados “la posibilidad de que la microcefalia no fuera causada por el zika era extremadamente pequeña”.

Con base en eso, el Ministerio de Salud lanzó la recomendación a los colombianos, a través de la circular 02, de no embarazarse durante la etapa de expansión de la enfermedad, que iría hasta julio. El país no acababa de asimilar la información, cuando empezó a hablarse de un segundo efecto perverso del virus: el síndrome de Guillain-Barré, una parálisis que puede ser mortal. (Lea: Así es el síndrome de Guillain-Barré, el otro mal causado por el zika)

Aunque hay más preguntas que respuestas sobre este tema, las siguientes claves aportan información valiosa sobre un virus que el país apenas empieza a conocer.

¿Qué es el zika? ¿De dónde vino?

Este virus, que se conoce desde 1947, surgió en el bosque Zika (Uganda). Es como un primo hermano de los virus del dengue, la fiebre amarilla y del Nilo occidental.

En 1951 desbordó las fronteras de ese país e inició su expansión por África y luego por Asia. Entre el 2013 y el 2014 hubo una gran epidemia del virus en la Polinesia Francesa; de allí saltó a la isla de Pascua y posteriormente entró al continente por Chile. En mayo del 2015 se confirmaron los primeros casos en el nordeste de Brasil.

Al mismo tiempo, en países isleños del Caribe, como República Dominicana, se reportó también su presencia. Colombia registró los primeros casos en Cartagena y Turbaco, a mediados de octubre pasado. (Además: El fenómeno del Niño y el zika: una combinación peligrosa)

¿Cómo se transmite?

A través de la picadura de la hembra del 'Aedes aegypti' infectado con el virus. Vale anotar que este mosquito, que también transmite la fiebre amarilla, el dengue y el chikunguña, vive en cerca del 86 por ciento del territorio nacional, por debajo de los 2.200 metros sobre el nivel del mar (en 951 municipios). Por eso se dice que cerca de 22 millones de personas que habitan en esas zonas están en riesgo de adquirirlo.

¿Cuáles son sus síntomas?

Son esencialmente cuatro: fiebre, enrojecimiento de los ojos (conjuntivitis no supurativa), dolor muscular y articular moderado y, en algunos casos, brote leve en la piel. Hay que aclarar que a veces los síntomas son tan leves, que la gente no nota que estuvo infectada. (Lea: Extreman medidas para proteger a embarazadas con el virus del Zika)

¿Cómo evoluciona el zika en el cuerpo?

Después de picada la persona, el virus empieza a incubarse y se estima que los primeros síntomas aparecen entre tres y seis días después. Pueden mantenerse hasta por una semana.

¿Cuáles son sus complicaciones?

Siempre se pensó que los síntomas eran menores y pasajeros. Aunque se habían referenciado complicaciones neurológicas, las altas incidencias de microcefalia fetal y Guillain-Barré pusieron en alerta a todo el mundo.

¿Quiénes están en riesgo de infectarse?

Están en riesgo todas las personas expuestas, es decir, aquellas que viven o visitan las zonas donde circula el virus y hay presencia del mosquito. Eso no quiere decir, sin embargo, que todas las personas se van a enfermar. Lo mejor es estar alerta y hacer lo posible por prevenir. (Además: Investigan posible caso de microcefalia relacionada con zika)

¿Hay vacuna?

No, tampoco hay cura de otra naturaleza. El tratamiento consiste en prevenir la infección y manejar los síntomas cuando se presenten.

¿Se puede uno volver a enfermar de zika?

No, la primera infección genera anticuerpos contra el virus.

¿Es posible que uno enferme de chikunguña y zika al mismo tiempo?

Si lo pican dos mosquitos, cada uno infectado con diferente virus, sí es posible.

¿Se transmite de persona a persona?

No. La infección se adquiere a través de la picadura del mosquito portador del virus.

Complicaciones que preocupan

A medida que avanza la epidemia de zika en América Latina, crece la evidencia que vincula la infección con este virus durante las primeras etapas del embarazo, con fetos y recién nacidos con microcefalia. De igual forma se reafirma la sospecha de que este agente aumenta el riesgo, en todas las edades, de sufrir síndrome de Guillain-Barré.

Con respecto a la microcefalia hay que decir que es producto de una alteración neurológica que impide el crecimiento del cerebro en las primeras etapas del embarazo. De acuerdo con Gustavo Castro, miembro de la Asociación Colombiana de Neurología, aunque no se ha establecido de manera concreta la forma como actúa el zika en estos casos, se presume que el virus es capaz de detener el ritmo de crecimiento del cerebro, por lo cual el cráneo no se desarrolla.

Dependiendo del daño, esto puede producir alteraciones en niños, después del nacimiento, que van desde problemas en el movimiento, la sensibilidad, hasta retardos marcados en el desarrollo integral y cognitivo.

Brasil atraviesa por un drama. Sus casos de microcefalia pasaron de 150 reportados en el 2014 a 3.900 desde octubre del 2015 hasta la fecha.

También preocupa el síndrome de Guillain-Barré. El neurólogo Castro los describe como un daño que se produce en los nervios periféricos del cuerpo (los que están fuera del cráneo y la médula): “Tal daño desemboca, entre otros síntomas, en una parálisis progresiva que puede afectar gravemente los músculos respiratorios”, señala el especialista. Y agrega que esto ocurre “porque al parecer el virus induce una reacción equivocada de las defensas del cuerpo, que terminan atacando estas estructuras”. Colombia estudia 12 casos sospechosos del síndrome, también en relación con el zika.

‘Turismo no se ha afectado’

Aunque no hay señales que permitan pensar que el turismo nacional haya sido impactado negativamente por causa de la diseminación del zika, sí preocupa el efecto que puedan tener alertas como las emitidas por Estados Unidos y Chile, que instaron a sus mujeres en embarazo (o que buscan estarlo) a no visitar países con presencia de la enfermedad, como Colombia. (Además: Presentan lineamientos de atención clínica para gestantes con zika)

Sandra Howard, viceministra de Turismo, interpreta estas alertas como un “exceso de celo, aun cuando se entiende que esos países quieran brindarles las mayores condiciones de seguridad a sus connacionales”. También insistió en que, de momento, no hay ninguna alerta o prohibición de visita a zonas específicas del país.

En ese orden de ideas, la Viceministra señala que el sector no tiene una estrategia específica para abordar el tema, distinta a difundir permanentemente, y por distintos canales, información de prevención. (Lea: Vigilancia especial a embarazadas con casos sospechosos de zika)

Tome estas precauciones

1. No eche en saco roto las recomendaciones de las autoridades: si vive en las zonas de riesgo, o las visita con frecuencia, lo aconsejable es evitar embarazos, por lo menos hasta que se estabilice la epidemia a fines de julio. Si ya está embarazada y vive en esos sitios, consulte a su médico enseguida.

2. Ayude a controlar los moscos. Las larvas del ‘Aedes aegypti’ proliferan en aguas quietas y limpias, así que elimine todo reservorio inútil (incluidos los floreros) y tape albercas, piscinas y agua de consumo.

3. Ponga anjeos y filtros en las ventanas y puertas, duerma bajo toldillos, use repelentes, vista ropa fresca, pero que cubra la mayor parte del cuerpo, y fumigue con previa asesoría. Todo lo que pueda hacer para mantener a raya el mosquito, hágalo.

4. Mucho ojo. Si presenta fiebre severa, dolores de cabeza, musculares y articulares, no importa su intensidad; pérdida de movimiento, así sea mínima; hormigueos en el cuerpo y alguna alteración durante el embarazo, por leve que sea, consulte de inmediato a su médico.

CARLOS F. FERNÁNDEZ Y SONIA PERILLA S.
Redacción Salud