El telescopio XMM-Newton de la ESA ha detectado cambios sorprendentes en los potentes chorros de gas que escapan de dos estrellas masivas, lo que sugiere que los vientos estelares no se comportan según lo esperado.
Las estrellas masivas —varias veces más grandes que nuestro Sol— tienen una vida breve y turbulenta, durante la cual consumen con rapidez su combustible nuclear y expulsan grandes cantidades de material al exterior.
Estos intensos vientos estelares pueden transportar en un mes el equivalente a la masa terrestre y desplazarse millones de kilómetros por hora, por lo que cuando dos de ellos colisionan, liberan enormes cantidades de energía.